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Toda civilización tiene a sus hijos rebeldes, y la Megalópolis de Liberty City no podía ser menos. Aunque en general los habitantes de ese lugar vivían la mar de cómodos en su ciudad rodeados de todo tipo de lujos y sin ninguna gana de poner un
pie en el desagradable Páramo, a lo largo de los años algunos habitantes jóvenes comenzaron a criticar...
Toda civilización tiene a sus hijos rebeldes, y la Megalópolis de Liberty City no podía ser menos. Aunque en general los habitantes de ese lugar vivían la mar de cómodos en su ciudad rodeados de todo tipo de lujos y sin ninguna gana de poner un
pie en el desagradable Páramo, a lo largo de los años algunos habitantes jóvenes comenzaron a criticar esa vida tan falsa y abogaban por volver a la naturaleza. No dejaban de ser un grupo molesto de hippies veganos abrazaárboles a los que ignorar y de los que reírse un poco, hasta que, como suele pasar en estos casos, a alguno se le fue la pinza más de lo permitido y mató a unas cuantas personas en nombre de su causa. Obviamente se le ejecutó, pero al resto de desarrapados les dieron la oportunidad de largarse al Páramo o seguir su mismo camino. Así que con esas opciones, la elección estaba clara.
En su idea de mantenerse en comunión con la naturaleza decidieron seguir una vida rupestre y natural, como habían hecho los auténticos habitantes de este territorio, los antiguos nativos americanos de los libros que vivieron en sus tiempos en la zona. La idea de bailar con lobos y convertirse en pequeños grandes hombres parecía molona y muy zen. Así que qué mejor opción que asentarse en el lugar donde las tribus vivieron en armonía, un auténtico asentamiento tradicional indio… un antiguo casino. Lo que no sabían, era que ese casino estaba edificado sobre un antiguo cementerio de los indios lenape, que a su vez había sido elegido como hogar por una enorme abominación mutante. Una enorme criatura tentacular con potentes poderes mentales, que había sentido la mezcla de sentimientos de los difuntos indios que aún resonaban como un eco psíquico en forma de lo que podríamos definir espíritus. Su mente se había fusionado de alguna forma con las de los difuntos, y ahora que habían llegado visitantes, vio claramente que debía recuperar al antiguo pueblo, lo que se vio ayudado por las ideas de esta panda de perroflautas.
Sin que fueran conscientes de ello, poco a poco las mentes de estos nuevos visitantes fueron mezclándose con las de los difuntos Lenape del cementerio, los antiguos habitantes del casino y la criatura psíquica. De esta manera se ha formado una retorcida amalgama en los cerebros de cada habitante, donde aunque cada uno conserva cierto individualismo, todo el grupo está conectado, formando la tribu Unami, que intenta seguir “a su manera” las antiguas costumbres de los Lenape. Majauchsuwi, que significa unión, o ser una mente, es a la vez el nombre con el que la tribu se refiere a este lugar y a la criatura que lo controla, puesto que son incapaces de distinguir ambos conceptos.
Hasta ahora los Unami estaban felices en su territorio, protegiéndolo fieramente, pero sin ninguna intención de salir de allí. Sin embargo, algo terrible parece haberse despertado llegando a asustar a Majauchsuwi, por lo que ha empezado a mandar a su gente a recabar información,luchando por ello si es necesario.
Contiene una miniatura de resina y una peana de plástico de 25 mm. Requiere de montaje y pintado. Producido por Bad...
Contiene una miniatura de resina y una peana de plástico de 40 mm. Requiere de montaje y pintado. Producido por Bad...
Contiene una miniatura de resina y una peana de plástico de 25 mm. Requiere de montaje y pintado. Producido por Bad...
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Contiene una miniatura de resina y una peana de plástico de 25 mm. Requiere de montaje y pintado. Producido por Bad...
Contiene una miniatura de resina y una peana de plástico de 25 mm. Requiere de montaje y pintado. Producido por Bad...
Unami
Toda civilización tiene a sus hijos rebeldes, y la Megalópolis de Liberty City no podía ser menos. Aunque en general los habitantes de ese lugar vivían la mar de cómodos en su ciudad rodeados de todo tipo de lujos y sin ninguna gana de poner un
pie en el desagradable Páramo, a lo largo de los años algunos habitantes jóvenes comenzaron a criticar esa vida tan falsa y abogaban por volver a la naturaleza. No dejaban de ser un grupo molesto de hippies veganos abrazaárboles a los que ignorar y de los que reírse un poco, hasta que, como suele pasar en estos casos, a alguno se le fue la pinza más de lo permitido y mató a unas cuantas personas en nombre de su causa. Obviamente se le ejecutó, pero al resto de desarrapados les dieron la oportunidad de largarse al Páramo o seguir su mismo camino. Así que con esas opciones, la elección estaba clara.
En su idea de mantenerse en comunión con la naturaleza decidieron seguir una vida rupestre y natural, como habían hecho los auténticos habitantes de este territorio, los antiguos nativos americanos de los libros que vivieron en sus tiempos en la zona. La idea de bailar con lobos y convertirse en pequeños grandes hombres parecía molona y muy zen. Así que qué mejor opción que asentarse en el lugar donde las tribus vivieron en armonía, un auténtico asentamiento tradicional indio… un antiguo casino. Lo que no sabían, era que ese casino estaba edificado sobre un antiguo cementerio de los indios lenape, que a su vez había sido elegido como hogar por una enorme abominación mutante. Una enorme criatura tentacular con potentes poderes mentales, que había sentido la mezcla de sentimientos de los difuntos indios que aún resonaban como un eco psíquico en forma de lo que podríamos definir espíritus. Su mente se había fusionado de alguna forma con las de los difuntos, y ahora que habían llegado visitantes, vio claramente que debía recuperar al antiguo pueblo, lo que se vio ayudado por las ideas de esta panda de perroflautas.
Sin que fueran conscientes de ello, poco a poco las mentes de estos nuevos visitantes fueron mezclándose con las de los difuntos Lenape del cementerio, los antiguos habitantes del casino y la criatura psíquica. De esta manera se ha formado una retorcida amalgama en los cerebros de cada habitante, donde aunque cada uno conserva cierto individualismo, todo el grupo está conectado, formando la tribu Unami, que intenta seguir “a su manera” las antiguas costumbres de los Lenape. Majauchsuwi, que significa unión, o ser una mente, es a la vez el nombre con el que la tribu se refiere a este lugar y a la criatura que lo controla, puesto que son incapaces de distinguir ambos conceptos.
Hasta ahora los Unami estaban felices en su territorio, protegiéndolo fieramente, pero sin ninguna intención de salir de allí. Sin embargo, algo terrible parece haberse despertado llegando a asustar a Majauchsuwi, por lo que ha empezado a mandar a su gente a recabar información,luchando por ello si es necesario.